Así sea
Siga la sombra así:
fresca y oscura.
El viento suelto, la sal
en su silencio. La voz sonora.
El hombre erguido.
Sea la sed saciada por el agua,
la soledad casual y transitoria,
la noche de los astros,
el pan ganancia,
la niebla autónoma.
Por los siglos de los siglos,
siga el tacto en la piel,
el corazón oculto y quebradizo,
algún gallo en la aurora
la llama sobre el leño.
La oliva. El cuero. El trigo.