Mar


Entra lo mismo en ti que en un poema. Entra el silencio, la incertidumbre, asombro. Eres capaz de ser toda calma. De ser furia y gigante enarbolado. Superficie insondable y transparente. Llanura de negruras y misterio. Necesito ir a verte cada poco. No concibo la vida sin tu esencia. No me imagino el mundo sin tu cuerpo. Ni tus bravas mañanas del otoño. Ni los remos tremendos de la brisa. Ni los cíclopes faros de las costas. Ni la plata fugaz de las gaviotas. Necesito soñarte a menudo. Tocar tu indiferencia colosal. Mojar mi desazón en tus orillas. Adentrarme en tus formas. Descender a tu fondo.

Siempre a la vista como un hermano fiel. En mi infancia ocupabas los veranos. La luz, la candidez y algunos nombres propios. El olor de la brea y el motor de las lanchas. La sal sobre la piel adormecida. La breve consistencia de la espuma. El vértigo de tus acantilados. La infinitud de todos tus contornos. Siempre muy cerca, como un amigo cómplice, de nuestras tardes jóvenes, sin prisas. De nuestras noches vírgenes y hermosas. De la luna inflamada, su viso en nuestros ojos. Extensión del azul hasta el futuro. Anchura enamorada de los barcos. Si te escucho, me sabe todo a sed. Si te recuerdo, toco paz, paciencia y pozos.

Brazos que no se atisban, pero que amarran. Libro que no se escribe, mas emociona. Junto a ti y mi soledad jamás me sentí solo. Belleza en fuga desde el origen. Destino de los seres que zarparon. Ancla sonora del pensamiento. Libertad en pleamar, flujo de estelas. Cuanto más me distancio, más rememoro. Dentro de mí rugen tus oleajes. Eres trazo, perfil, reducto y linde. Te dibuja una estría, pero ocupas el todo. Tus derivas me amparan de mis derrumbes. Tus galernas me sirven para sintaxis. Tu inmensidad se funde en mis certezas: apenas significo cuando te nombro.

Diques que dan a la exactitud. Peñas que ignoran el deterioro. Cofre de donde surge la tez del alba. Abismo por el que surca lo que no somos. Amante de los marinos madrugadores. Encantadora del equilibrio de los delfines. Ruta de los relámpagos y del tiempo. Escapatoria de los ocasos y de la bruma. Corriente auriga de las borrascas. Fibra que pugna con los escollos. Fuerza que bate contra lo inmóvil. Firme que fluye con fe de náufrago. Mar poderosa, mar aplacada, mar dominante e inexpugnable. Echo de menos tu voz de hembra, tu brío de hombro.

(C) Aurelio González Ovies. La Nueva España, 13 de junio de 2012


A través de la poesía, promueven hermandad entre Querétaro y España



Manuel Ramos, Carlos Bozalongo, María García Esperón,
 María Eugenia Moyers, María Constantino y los niños
lectores de Expresión Infantil, A.C.
“A través de la poesía, buscamos promover la hermandad entre Querétaro y España, pues la literatura nos ayuda a fortalecer el humanismo, que se ve afectado por la crisis económica y social”. Así lo manifestó la escritora María García Esperón, durante la presentación de poesías del asturiano Aurelio González Ovies que se realizó en las instalaciones del Centro Español de Querétaro A.C., como parte de la celebración del 23 de junio, Día Mundial del Idioma Español -- El 23 de junio se celebra el Día del Español, una fiesta que nace para conmemorar y celebrar la importancia del español como lengua internacional, que ya cuenta con más de 450 millones de hispanohablantes en el mundo--.


Manuel Ramos, María García Esperón y Carlos Bozalongo
En su momento, Carlos Bozalongo Antoñazas, presidente del Centro Español de Querétaro A.C., recordó que desde hace 5 años su organización –conformada por 200 personas-- busca unir la cultura española con la mexicana y con ello agradecer que los españoles hayan sido acogidos por México. Así mismo, destacó que debido a la crisis económica que afecta su país, su asociación ha recibido varios correos electrónicos de españoles que evalúan la posibilidad de venir a radicar a México.

Por su parte, María Constantino Trejo, vicepresidenta de la organización no gubernamental Expresión Infantil, A.C., sostuvo que está trabajando con la escritora María García Esperón en la elaboración de literatura impresa en sistema braille, así como audiolibros para niños y jóvenes invidentes que les permita avanzar en su integración a la cultura y la sociedad.

En ese sentido, el Mtro. Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro coincidió con los organizadores y participantes del evento, en que la literatura y la poesía permiten recuperar experiencias históricas para salir de las crisis que han afectado a la humanidad, devolviendo la esperanza y la capacidad de unirse para superarse. “Por ello, reconozco su labor, que es un ejemplo, una motivación y al mismo una invitación para los gobiernos y todos los sectores sociales, para sumar esfuerzos y lograr la construcción de una cultura de la inclusión, la igualdad y la no discriminación”.

La escritora María García Esperón recitando poesía
La escritora María García Esperón, con Noemí,
residente española en Querétaro, durante
la lectura de poemas de Aurelio González Ovies
Por ello, María García Esperón, invitó a la sociedad a participar en la presentación de su obra “Copo de algodón” que muestra el mundo azteca a través de los ojos de una niña –la hija de Moctezuma--, que se realizará el próximo 14 de julio a las 5 de la tarde, en la librería Gandhi --ubicada en Circuito Jardín 1. Col. Álamos 3ra Sección, C.P. 76160. Querétaro, Qro. Tecnológico --. Finalmente, la escritora recordó que tuvo la oportunidad de presentar esta obra en España -- durante 2011— ante 200 niños españoles y que a través de su blog de internet denominado: “Voz y mirada” también busca “crear una red para promover la poesía en español y náhuatl que ayude a mantener viva la lengua, porque solo lo que se conoce se puede amar”. Puntualizó.

Nota de prensa elaborada por el Mtro. Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, Presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro. Fotos: Manuel E. Ramos

Lectura de poemas de Aurelio González Ovies en el Centro Español de Querétaro

El presidente del Centro Español de Querétaro, Carlos Bozalongo Antoñanzas y su esposa,
Noemí: y la poesía de Aurelio González Ovies










Que en todo hay esperanza: El poeta que viene del Norte en Querétaro


Con Manuel E. Ramosl, María Eugenia Moyers, María Constantino... Querétaro lector


Por María García Esperón

Desde San Miguel de Allende, algunos de los que asistiríamos a la presentación de la poesía de Aurelio González Ovies en el Centro Español de Querétaro llegamos, literalmente, bajo un arco iris
La emoción se hacía cada vez más grande, al llegar a la nueva sede del Centro y saludar a Juan José Téllez, quien se encargó de la organización y Arlene Nájera, que participó activamente en toda la planeación del recital, para comenzar a ver llegar a tantas personas que acudían a la cita con la Palabra que viene del Norte. Españoles y mexicanos que quedaron prendados por igual de la poesía de Aurelio,  asturianos y santanderinos que hicieron un viaje profundo a sus paisajes y verdades del norte de España, mexicanos arrebatados por la belleza, sencillez y hondura de la expresión de Aurelio.

Ángela García, Juan José Téllez, Arlene y David


Juan José Téllez leyó las palabras de presentación que enviara Joaquín De la Buelga en la mañana mexicana del 22 de junio, pintando al poeta de cuerpo completo, en su grandeza de creador que todos reconocemos y en su modestia y humildad, que todos admiramos.


Los cinco poemas de Vengo del Norte seleccionados hicieron la primera parte del recital y se hizo respiración de todos el alma universal de Asturias. Desde los primeros versos todos nos prendimos en ese pasaje a lo más hondo de la experiencia humana. Resalto la presencia de tres niños -alumnos de María Constantino- que escucharon la poesía con todos los sentidos abiertos, sin desprenderse ni por un momento de lo que en ese salón colmado de adultos ocurría.
La segunda parte, con los poemas de Aurelio más conocidos en España, se convirtió en confidencia, en plática de amigos muy queridos. Se dijo un poema en asturiano, Ubi sum, que colmó con su musicalidad cualquier apetencia de belleza. Lorenzo, un asturiano de Cangas de Onís casado con una soleadísima sonorense -Yo también vengo del norte... de México, me dijo ella sonriendo- me manifestó la sorpresa grata de escuchar hablar asturiano con acento mexicano.

Ybonne, de Sonora y Lorenzo, de Cangas de Onís.

Al término del recital por mi parte, se invitó a los asistentes a leer algún poema. Circularon los cuadernillo elaborados para la ocasión, y un ejemplar de Esta luz tan breve. La primera en leer fue Noemí, española de Santander, quien manifestó las emociones y remembranzas que había vivido escuchando la palabra del poeta que viene del Norte. Arlene Nájera leyó Los panes y los peces y María Eugenia Moyers, gran amiga y directora del Círculo de Lectura Sor Juana Inés de la Cruz leyó Morir sin Medida... Y con el último verso de ese  poema, dimos por terminada esa reunión en torno a la palabra del poeta que viene del Norte que nadie nunca podrá olvidar:

De qué sino para esperar, 
que en todo hay esperanza




Otra vuelta de tuerca



Y yo, qué tengo que ver yo
con el espacio huidizo de esta tarde,
con esta luz que cae como tristeza azul
sobre las cosas,
en tanta prontitud.

Si soy la lejanía a qué he venido
tan cerca de la desposesión
¿para nunca permanecer, al menos
un instante, con algo entre los brazos
muy sumamente mío?
¿Para entender a medias la hermosura
y percibirla, ¡Dios!, así de inmensa?
¿Para estar recordando
en cada especie, en cada arrimadura, en cada
sentimiento que todo lo que está
es ya supervivencia de otras muertes?

Territorios de opio


Poseo el veneno sabroso de la soledad,
sus amargos tragos y ese remordimiento de haber dejado
en el camino algunos nombres.
Tengo en las manos la herida de una palabra mal escrita,
la sangre de un velero que se diluye en la memoria,
la locura de un abril sobre las rosas.
Nombro una droga prohibida como la dulzura de esa muerte
que llega hasta nosotros con el pelo mojado
y nos enamora un poco de la lluvia.
Nombro esa soledad que nos hace el amor como los frutos
y se deja caer, tan vegetal, como una rama.

En la boca del alma


Como otra tarde más
caída
de los dominios
de la costumbre,
habito aquí,
bajo este sol
que ya se apaga,
el canto de algún pájaro
a lo lejos,
y un poco de jazmín
en la solapa
de la habitual melancolía.
Aquí,
siempre
la noche
y esos negros caballos
sospechosos
que beben en mi ser
tan mansamente,
pero no tornarán
a la sed que me dejan.

El sueño creador


Sospecharse en los versos,
cerrar el libro.
Una mirada sólo,
una luz débil
y llorar de belleza
al ver cómo la brisa
mece
levemente
las rosas
y parece que un sueño
las inmortalizara.
 

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