XII Por el sol es la hora de empezar a soñar
XII
POR el sol es la hora de empezar a soñar;
recoge los aperos de la vida,
la realidad aquí -ya te lo dije- tiene la tierra
seca, ha sido abandonada.
Nadie es verdad más que los muertos
a pesar de sus siglos.
Nos acostumbraremos a existir al revés
como la calumnia,
surgirás con el apetito de la envidia.
Olvidaremos todo lo que fuimos,
aunque nuestros padres lloren desde los astros;
y no tendremos nombre
para que nadie nos confunda desde ahora.
Nuestra casa estará rodeada de épocas,
de meses boreales.
Nos acostumbraremos a levantarnos pronto
para esperar el tiempo en otra parte
donde los labradores pongan la leche fresca
al borde del camino,
donde los trenes rompan la pereza del alba,
donde la primavera anide en los aleros de tu mirada
esdrújula.
Por el sol es la hora de deciros
que estoy enamorado
y que he venido aquí para dejar encinta a la geografía.
Vuestra historia me gusta porque baila desnuda
cuando llegan los huéspedes
y sus pechos morenos vibran infatigables.
Quedaremos aquí;
nos enseñaréis a pronunciar las sílabas del gozo,
a escribir las tablillas del deseo,
a conjugar la ley que nunca habéis violado,
a vivir sin el fugaz atuendo de los hombres.
Es tarde.
Las estrellas empiezan a salpicar la noche.
(C) Aurelio González Ovies
Vengo del Norte
Voz:
María García Esperón
Imágenes: fotometraje de Pedro Páramo, Gabriel Figueroa, Google.
Música: L. Einaudi
MMX