Y al final seremos tierra
inútilmente tierra.
Tierra para la lluvia que nos caiga
para los pájaros que vengan,
para los niños que se escondan.
Tristemente tierra
para las hierbas que nos cubran,
para los árboles que broten
para los bueyes que nos aren.
Solamente tierra
para los hombres que construyan
para las tardes que se vayan,
para el recuerdo que nos nieve,
para la brisa que nos borre.
Tierra sobre la tierra
indiferente.
(A Fonsus)