Eres, dulce mía, ligera
Eres, dulce mía, ligera
como un tango de agua.
Pero no te confíes,
lo nuestro es esta tierra
condenada al destino,
esta tarde que huye como un sol de verano.
Lo nuestro es todo aquello
que cambia ahora, ahora, ahora
y entre ahora y ahora
nunca nada es lo mismo.
Eres, dulce mía, amarga como el tiempo.