Vista desde aquí la vida tiene un puerto
Vista desde aquí la vida tiene un puerto
y nuestras lanchas, amarradas al muelle,
atardecen bajo un día cualquiera.
Por qué sufrimos,
si a esta hora se encienden las luces
en los pueblos
y los hogares empiezan a cerrarse melancólicos.
Por qué, si las estrellas están
tan apacibles como siempre
y un grillo va enroscando el sueño entre la noche
y un borracho da tumbos vida atrás
y una mujer recoge la colada
y un niño va feliz con su pelota
y dios amasa mundo en sus molinos.
Por qué sufrimos
si mañana está siempre tan lejos de tan cerca
y no sabemos nada de nosotros
y nunca escudriñamos nuestra historia
y nadie nos ha escrito todavía.
Por qué sufrimos
si sólo es nuestro todo mientras no lo perdemos
y amamos cada cosa para no estar
tan solos.
Por qué, por qué sufrimos,
si hemos venido aquí por no ir a ningún sitio,
para encontrar un rostro que vaya encariñándonos,
para coger un tiempo que vaya entreteniéndonos.
Por qué, por qué sufrimos
si cada hora que acaba nunca vuelve
y cada adiós empaña una ventana
y cada nombre se hunde en un olvido
y cada olvido sangra tantas llagas.
Vista desde aquí la vida tiene un faro
con una luz eterna
que llega y mira y pasa.