Reminiscencia está con sus sílabas siempre en primavera y lugar tiene cardos y grillos y vergüenza.
Cada palabra nos suma al infinito. Y en cada nombre estamos singulares. Escribo trashumante y unos gitanos hacen noche en las lagunas de mi vida. Y en cinamomo escucho mi infancia emancipándose. Yo tengo voz, tú voz es mi lenguaje. Somos la diferencia de las cosas. En cada nombre habita un mundo inmenso, en cada nombre hay muerte y hay orígenes.
El verbo ser proviene de bengalas y en fármaco se acuesta la senectud de Sócrates.